Ansiedad. La incomprendida de nuestras emociones

Publicado por Anaid Jiménez del Río en

Texto: Psic. Jassel Viridiana Reyes (virirc.1089@gmail.com)

En las búsquedas relacionadas que Google te ofrece sobre la ansiedad puedes encontrar títulos como: ¿cómo curar la ansiedad de raíz?, ¿cómo bajar la ansiedad rápido? ¿cómo eliminar para siempre la ansiedad? Cabe mencionar que te lo ofrecen ahorrándote tiempo y dinero. “Curar”, “eliminar”, “siempre”, “tiempo” gran estrategia para vender a las personas con poca tolerancia a la frustración y a las que buscan a toda costa la inmediatez ¿no creen?

Así ¡NO! por favor lean bien, así ¡NO es como se trata la ansiedad! ¡¿Por qué tenerla tan incomprendida y tan mal vista?! A continuación, vamos a tratar de comprenderla con ciertas preguntas que nos pueden ayudar como: qué si y qué no es la ansiedad, cómo y cuándo se presenta, quiénes somos los especialistas en tratarla más no en curarla y qué posible papel juegue la familia en la expresión de la misma.

La ansiedad se acepta, se controla y se aprende a vivir con ella. Pero, ¿qué es? es un mecanismo universal que no es malo como se suele pensar, es adaptativo y nos ayuda a sobrevivir. Supone una activación del organismo que se prepara para hacer frente a una amenaza o peligro e implica factores cognitivos, fisiológicos, conductuales y hasta motores, pero esta amenaza suele ser anticipada, es decir no existe estímulo real que la provoque. 

¿Qué no es? No es miedo ya que el miedo es una respuesta ante un estímulo real, ejemplo: tener a una serpiente al lado de nosotros haciendo sonar su cascabel. Tampoco es estrés ya que el estrés es el que nos lleva a accionarnos en nuestro día a día y aunque va de la mano con la ansiedad, un estrés no adaptativo genera ansiedad y una ansiedad crónica nos lleva a sufrir un trastorno, por ejemplo: El DSM-V* menciona: mutismo selectivo, fobias específicas, agorafobia, ansiedad de separación, por mencionar algunos. Es importante señalar que la ansiedad va junto con la angustia, no solo por su comportamiento fisiológico sino incluso por su origen, van de la mano no puedes sentir una sin la otra.

¿Cómo se presenta? 

La ansiedad se presenta con síntomas físicos y psicológicos. En los físicos encontramos taquicardia, sudoración, mareos, aumento en la frecuencia respiratoria, molestias digestivas, entumecimiento u hormigueo de partes del cuerpo. En los psicológicos esta la inquietud, suspicacia, nerviosismo, preocupación excesiva, miedos irracionales, temor a perder la razón, sensación de muerte inminente por mencionar algunos. La ansiedad afecta los procesos de aprendizaje, pensamiento y percepción. 

Es importante antes que nada consultar con un médico ante la presencia de alguno de estos síntomas. Si es descartada alguna condición médica entonces sí podemos acudir con psicólogos y/o terapeutas que son los especialistas en manejarla de manera profesional, ética y humana. Ellos te ayudarán a poder identificarla, analizarla, aceptarla, afrontarla y poder vivir con ella a través de un proceso terapéutico especializado ya que cada ansiedad es diferente y por lo tanto cada tratamiento será distinto. 

Si se finaliza una terapia y esta es efectiva, el paciente habrá aprendido que la aparición de esas sensaciones no supone un riesgo ni una amenaza, y por tanto sabrá afrontarlas de manera que no vayan a más.

Para concluir hablemos de cuándo se puede presentar y si la familia tiene o no que ver en su manifestación. 

La ansiedad puede presentarse en cualquier etapa de nuestra vida. En niños puede presentarse como ansiedad de separación o en fobias específicas a ciertas cosas, como a la obscuridad o las tormentas. En la adolescencia puede aparecer tras el consumo de sustancias o por abstinencia de las mismas. En adultos los trastornos pueden variar desde la agorafobia hasta los trastornos de angustia. Insisto, no importa la edad las crisis de ansiedad pueden presentarse y volverse completamente inadaptativas e incapacitantes para la vida de quien la padece. 

En nuestra familia y de nuestros principales cuidadores aprendemos a enfrentarnos y resolver las situaciones difíciles, así como la relación con nuestros cuerpos y emociones. La ansiedad no es hereditaria ni genética, pero podemos suponer que la manera en que aprendemos a afrontar los problemas en nuestra niñez, los seguiremos haciendo a lo largo de nuestro desarrollo. Si mi madre y/o padre sufre ansiedad es probable que yo aprenda a resolver mis problemas de la misma manera, aunque por supuesto median otras variables. Ustedes ¿qué opinan?

 

*Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales 5° edición. Este libro lo utilizamos profesionales de la salud mental. Nos ayuda a diagnosticar como su nombre lo indica trastornos mentales.

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